Cuando pensamos en construir un equipo que haga posible el producto o servicio que queremos aportar al mercado, lo primero en lo que pensamos es en la capacitación técnica: ya sea ingeniería, marketing, ventas, o finanzas.
Nos dedicamos a buscar y atraer a los perfiles que tengan esas habilidades complementarias, pero no nos damos cuenta de que si no hemos creado antes un entorno y un estilo de dirección que motive a estas personas, todas sus capacidades y todo el esfuerzo que hemos hecho para atraerles a nuestro proyecto serán en vano.
Entonces, ¿cómo conseguir motivar a ese equipo, y sobre todo, cómo hacer que esa motivación sobreviva a los momentos duros que todo proyecto atraviesa? Lo primero que tenemos que tener en mente es que la motivación surge de forma interna en cada persona. Lo que podemos hacer nosotros es generar un entorno de trabajo y de gestión que favorezca que esta motivación sea posible.
Por supuesto, cada proyecto y equipo son un mundo distinto, pero en este artículo nos gustaría destacar algunas técnicas y aspectos en los que reflexionar, y que seguro van a serte útiles.
- Lo primero es saber que cada persona tiene unas habilidades profesionales determinadas, y un grado de competencia en ellas. Es necesario que el puesto y las tareas que desarrolle en tu proyecto tengan encaje con esto.
- Algo fundamental es ser claro y asegurarnos de comunicar muy claramente las expectativas que tenemos con esa persona, cómo encaja esto en la estrategia de la empresa, y lo que aporta en conseguir los objetivos del proyecto. Una de las cosas que generará más frustración a una trabajadora o trabajador es no saber claramente qué es lo que la dirección quiere, o que lo que quiere cambie sin razón alguna constantemente, de semana en semana.
- Establece para su trabajo objetivos realizables y acotados en el tiempo. Diseña acciones con tiempos y costes económicos, e incorpóralos al proceso de diseño de estos objetivos y plazos, negociándolos con ellos.
- A la vez que tienes en cuenta lo anterior, no caigas en el «micro-management» o «micro-dirección», planificando al detalle el trabajo de tu equipo. Tu equipo está formado de adultos responsables, no de párvulos, y como tales has de darles autonomía y libertad de decisión dentro de su ámbito profesional. Tu equipo está compuesto de profesionales que, idealmente, saben mucho más que tú de las tareas profesionales que desempeñan (si no, la empresa no los habría contratado). Respeta su criterio profesional y déjales tomar decisiones.
- Dales formación constante, y diseña junto a esta persona un plan de crecimiento a largo plazo para su puesto, para sus tareas y para sus responsabilidades.
- Promueve la participación de tu personal en las decisiones de la empresa, quizás en las más importante no, pero sí en las más estratégicas. Es fundamental que en todo momento comuniques con efectividad a dónde se dirige la empresa, por qué, y qué es lo que aporta su puesto a este esfuerzo colectivo.
Esperamos que estos consejos te ayuden en la difícil tarea de mantener motivado a tu equipo. Recuerda que desde Scentia Alliance, también te ofrecemos una serie de cursos con los que desarrollar tus habilidades directivas y de gestión de equipos.