¿Qué va a ser de mi pensión?

“La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF, un organismo dependiente de Hacienda) prevé que la hucha de las pensiones se quede sin fondos en 2018”. Abres el periódico, lees esta noticia y, seguro, que un escalofrío recorre tu espalda. ¿Cobraré mi pensión cuando me jubile? ¿Habrá fondos? Hoy, en el blog de Scentia , vamos a intentar poner un poco de orden en este espinoso tema.

En primer lugar, tenemos que saber cuál es nuestro sistema que asegura el pago de nuestras pensiones cuando lleguemos a la edad de jubilarnos: cómo funciona y de dónde se nutre.

El actual sistema público de pensiones de reparto, basado en un pacto intergeneracional por el cual la población en edad de trabajar provee, conjunta y solidariamente, de pensiones vitalicias a la generación anterior, constituye un avance social muy importante sobre la situación previa. Antes, el soporte de la renta durante la vejez dependía exclusivamente de vínculos familiares. (Fuente: José Ignacio Conde-Ruiz, Planeta de los libros, Colección Atalaya).

Hasta 1995, y durante toda la democracia, la sostenibilidad de las pensiones se consideraba un problema político. Dependiendo de qué fuerza política gobernara, el tema de las pensiones se ponía en la mesa a la hora de votar a izquierdas o derechas. Es decir,los políticos han jugado a ver quién se aseguraba 8 millones de votantes pensionistas.

Pero, en 1995, se firma el llamado Pacto de Toledo. Es un documento aprobado por el pleno del Congreso de los Diputados, en la sesión del 6 de abril de 1995, titulado “Análisis de los problemas estructurales del sistema de Seguridad Social y de las principales reformas que deberán acometerse”. Desde entonces, el problema empezó a considerarse un problema económico y no político.

Hoy ya tenemos claro que las pensiones son un problema económico, más allá de que gobierne un partido u otro. De hecho, en la actualidad, el Pacto de Toledo ya no es relevante, pues dependemos de unos presupuestos que marca La Troika y del cumplimiento de un déficit público. Hablamos del famoso Pacto de Estabilidad, (ver Presupuesto Seguridad Social 2014, pág. 36).

Sin pensiones, adiós al estado de bienestar

Lo que está claro es que nuestro estado de bienestar se lo llevó la crisis económica de estos años, sobre todo para nuestra clase media y trabajadora. No nos engañemos, reducir las pensiones no es una medida que sirva para combatir la crisis económica, sino que implica un paso en el desmantelamiento del estado social.

A estas alturas ya sabemos que, en el 2017, la hucha de las pensiones ha descendido de 66.815 millones de euros en 2011 a 8.095 millones de euros, ¡el fondo de reserva está agotado en el 2018!

Tengamos claro que los ingresos de la Seguridad Social provienen no del Presupuestos General del Estado, por tanto no se nutren de los impuestos, directos o indirectos, sino de las cotizaciones de las empresas y trabajadores, empleados y autónomos.

Nuestro gasto en pensiones queda enmarcado en esta ecuación en relación al PIB de nuestro país:

 

Fuente: Ignacio Conde-Ruiz (19/09/2014)

Se trata de un sistema de reparto (nº cotizantes / nº de beneficiarios) y no de capitalización como en otros países. Por tanto, las dudas de sostenibilidad provienen de los siguientes factores:

  • Caída de ingresos muy relevantes por la destrucción de empresas en estos años, con muy alto nivel desempleo, un 15% es MUY ALTO.
  • Caída de las rentas o salarios y, por tanto, de sus cotizaciones.
  • Envejecimiento de la población y aumento de la esperanza de vida.
  • Mayor dificultad del acceso empleo juvenil.
  • Fuerte crecimiento en las tasas de desempleo de mayores de 45 años, sin cobertura ni prestaciones más de 2 años, con el riesgo añadido de la exclusión social.
  • Productividad, factor decisivo.
  • Reforma de las pensiones inoperantes y sin ninguna fiabilidad presupuestaria.
  • Falta de crecimiento de los ingresos necesarios.

¿Hay solución para nuestras pensiones?

Ante todo lo expuesto, hace falta que las fuerzas políticas de este país (las que salgan elegidas en nuevas elecciones o en pactos a la medida) efectúen ya un debate profundo de nuestro sistema de pensiones y actúen con las reformas y medidas presupuestarias necesarias (vía impuestos o no). El objetivo de todos ha de ser asegurar nuestro estado de bienestar que tanto trabajo ha costado y por lo que han luchado anteriores generaciones.

En este sentido, queda claro que es necesario un futuro cambio de modelo y/o cambio de condiciones para nuestro acceso a nuestra pensión. La alternativa es que será difícil poder pagar las pensiones y ello en solo un par de décadas, o antes, como vaticina el artículo con el que arrancamos este artículo. Tenemos que pensar en planes de ahorro ya, para cuando dejemos de trabajar.

Como españoles y europeos, nuestro modelo ha sido siempre seguir a Alemania y Suecia, de perfil conservador, pero ahora también deberemos pensar en los modelos de ahorro de otros países como Estados Unidos, con otros perfiles más agresivos y flexibles de mayor rentabilidad. Parte de nuestro bienestar, si no todo, dependerá de ello.

El ahorro particular: imprescindible

Ante todo, deberemos planificar nuestros ahorros a largo plazo para afrontar los vaivenes de los mercados con mayor seguridad. En el próximo articulo afrontaremos, compararemos y explicaremos lo que son los planes de pensiones, los fondos de inversión, los planes de ahorro, los IRAS, los PIAS y demás instrumentos financieros que mejor se adecuen a nuestras necesidades y nos aseguren la posibilidad de complementar o conseguir los ingresos necesarios para cuando dejemos de trabajar. Veremos donde invierten y como lo hacen en otros países.

Es cierto que, siempre desde la banca y distintos gobiernos, nos han alentado a constituir o formalizar un plan de pensiones. Es un hecho que nos han bombardeado con las desgravaciones fiscales y las campañas de que te llevabas un DVD o una lavadora al aportar una cantidad al año. Pero, hoy, ya no se trata del interés de ellos, se trata de nuestro propio interés. Es nuestro seguro de futuro.  Asegurar las Pensiones Públicas es tarea de todo el sistema fiscal.

Dicho todo lo cual, quisiera recomendaros la lectura de este documento en defensa del Sistema Público de Pensiones que todos deberíamos reivindicar.

Desde Scentia Alliance podemos asesorarte a elegir la mejor forma de ahorrar y conseguir hacer frente a todos estos problemas que tenemos cada vez más próximos. ¡Contacta con nosotros!

 

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